NILO, LA PRUEBA DE QUE TODO LLEGA A SU TIEMPO

NILO sigue siendo un vigilante fortachón de su casa. Con lo grande que es en el fondo es un mimosón, aunque tiene su carácter que aflora cuando hace falta. Es una alegría ver como transcurre su vida y como ha ocupado su hueco en el corazón de Diana y su tita Beatríz.
Nuestro mastiburro querido, es un regalo verte tan guapetón y feliz.

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Hay muchas historias de los peludos que en este blog os vamos subiendo con finales felices,  pero quizás esta historia sea una de las que da mucha alegría contar.

NILO forma parte de una camada de  5 cachorros de cruce de mastín x galgo que hace ya la friolera de 3 años, aparecieron en un contenedor de basura. 

Durante este tiempo 3 de sus hermanos han sido adoptados pero él y Rhin se nos estaban quedando atrás.

Los años han ido pasando y aunque NILO ha sido un perro bueno, cariñoso e incluso donante de sangre, no parecía que nadie se fijara en él. Quizás su tamaño, no en vano los bautizamos cariñosamente los “mastiburros” o quizás su color, que en este país sigue siendo rechazado, no había conseguido que alguien preguntara por él.

Sin embargo, podríamos pensar que las cosas ocurren cuando tienen que ocurrir porque a NILO le ha sonreído la suerte. La portadora de esa suerte no es otra que Diana, voluntaria de ARGOS ¿quién mejor que ella?. Diana no solo le ha abierto las puertas de su gran manada a NILO, ya que tiene tres perros que lo han acogido como un miembro más, sino que le brinda una vida en el campo. ¿Qué más se puede pedir?

Las fotos de sus primeros días en su nuevo hogar son la promesa de una familia feliz. Por su parte  NILO es amigo paciente del más jovenzuelo, un  cachorrón de pastor alemán que desde el principio, juega muchísimo con él. Además, NILO se ha hecho con la situación y han empezado a aflorar en él  sus instintos de mastín y se mantiene vigilante de la propiedad.

Estamos muy felices por NILO, su vida por fin, ha cambiado. ¡Gracias Diana!